Juntos por el Cambio y el PRO arrancan el armado post Macri

Actualidad - Nacional 28 de marzo de 2023
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La noticia de que Mauricio Macri no será candidato en 2023 no sorprendió a nadie pero su confirmación obligó a un reordenamiento del tablero para encarar, ahora sí, la verdadera etapa de la campaña camino a octubre, tanto a nivel presidencial como en dos distritos clave, la Ciudad y provincia de Buenos Aires. En las próximas horas habrá reuniones importantes para empezar a definir estrategias. Una de ellas en territorio bonaerense, exclusivamente amarilla, con la presencia del ex presidente para ordenar el panorama. La otra, a nivel nacional pero mucho más acotada que las tradicionales mesas.

Macri funcionará como una suerte de árbitro. Habrá que ver si será uno de esos árbitros imparciales o uno de los que, cada tanto, cobra un penal inexistente en favor del preferido o la preferida para llegar a una instancia de elecciones generales. Porque, claro, el escenario de PASO en el PRO quedó prácticamente definido. La ilusión de un acuerdo para lograr la unidad detrás de un solo candidato pareció desvanecerse con el correr de los meses. Como árbitro, entonces, estará en la cancha.

Este martes estará en Olivos, en sus oficinas, y recibirá a la mesa bonaerense del PRO. La primera incursión nacional después de varias reuniones entre intendentes, legisladores, ex alcaldes y precandidatos a la gobernación para encontrar la mejor estrategia para resguardar los territorios propios –en especial sus concejos deliberante- e intentar la ampliación. En el último encuentro, también en Vicente López, se charló sobre la necesidad de contar con los presidenciables para intentar encarar un camino que satisfaga a todos. El objetivo es conversar con todos pero todavía no se puso la fecha.

A las 11, la mesa provincial irá a visitar al ex presidente sin un temario acordado previamente. Dos tópicos que inevitablemente se abordarán serán su decisión de no jugar este año como candidato y, por otro lado, la estrategia de la Y o de la V, con una posible reducción de nombres. Ese famoso esquema por el cual dos presidenciables comparten una misma lista bonaerense en todos sus frentes. O, en su defecto, internas por la Rosada, por la gobernación y misma sábana para intendencias y concejos deliberante. O, en un escenario más complejo, PASO nacionales, acuerdo bonaerense y Primarias municipales. O, en el peor de los casos, internas en todos lados.

Aquí habrá una ardua negociación porque, por el momento, ni el bullrichismo ni el larretismo mostraron señales que puedan indicar una baja de sus candidatos para la provincia, decididos a disputar PASO nacionales con lo mejor que tengan para Buenos Aires, la madre de todas las batallas. Y tampoco quedó claro que haya una buena recepción por parte de los aspirantes a la pretensión externa de impedir una competencia. Así que, hasta ahora, se planteó un escenario de Primarias también en el territorio más poblado del país. Pero el que estará en la mesa será Mauricio Macri.

La reunión había sido planificada antes de conocer el renunciamiento del ex presidente, la semana pasada como puntapié inicial para una incursión nacional con la presencia inaugural del líder del espacio para, luego, sumar a quienes buscarán la Rosada. Por lo tanto, no se convocó de urgencia luego del anuncio pero ahora cobró otra dimensión.

Estarán presentes los mismos que estuvieron en los otros encuentros: las autoridades partidarias bonaerenses, diputados y senadores provinciales, intendentes, ex alcaldes y precandidatos a gobernador. Probablemente no puedan asistir todos los legisladores nacionales por Buenos Aires porque ese día, a esa hora, habrá sesión en la cámara Baja para, entre otros temas, tratar el fortalecimiento de la Justicia Federal Penal en Santa Fe.

Entre los precandidatos, sin embargo, hay dos diputados: Diego Santilli (larretismo) y Cristian Ritondo, un vidalista con vínculos estrechos con Macri que probablemente termine disputando la postulación junto a Néstor Grindetti para acompañar a Bullrich con su boleta en el distrito. El hombre del jefe de Gobierno, con escasas fotos junto al ex presidente, estará en Olivos al igual que el titular del bloque PRO en la cámara Baja. También se espera la participación de Javier Iguacel, ausente en el último mitin por viaje, pero se mantuvo en duda la de Joaquín de la Torre que fue invitado pero no es parte de la mesa. Estos últimos, nombres de Patricia.

El alcalde de Lanús vio, en el último tiempo, muchos gestos de Bullrich a su figura. Particularmente uno en Berazategui hace tres días, con foco en la seguridad. El posteo del evento no fue casual. Además, el lunes a la noche compartió cena en la Fundación Libertad tanto con la ex ministra como con el ex presidente. Puntos a anotarse. Pero Grindetti y Ritondo tienen un acuerdo y el que mejor llegue, será. Por lo tanto, no debería haber problemas en esa definición, cuando llegue el momento.

La otra gran reunión será el miércoles, de manera presencial, y encontrará a una mesa nacional reducida. Lejos de las fotos populosas, cada vez más numerosas, en principio sólo estarán los presidentes de los partidos miembro y los precandidatos presidenciales. La convocatoria hecha por los titulares de los espacios pareció dejar en claro que llegó el momento de reordenar no el funcionamiento interno de los competidores, su dinámica y relaciones.

Los presidentes de los partidos son Miguel Ángel Pichetto, de Encuentro Republicano Federal, Patricia Bullrich por el PRO, Maximiliano Ferraro por la Coalición Cívica (justo ese día, a esa hora, irá Agustín Rossi a Diputados a dar su informe mensual, por lo tanto habrá que ver cómo se organiza o si se suma de forma virtual) y Gerardo Morales por la UCR.

De esos cuatro, salvo el lilito, todos manifestaron su intención de disputar la gran carrera hacia el sillón de Rivadavia. A ellos se sumarán los que no ocupan el lugar de conducción en su partido pero sí se anotaron en la disputa. La lista se mostró extensa pero probablemente no estén todos presentes, lo que acortaría un poco más el número de nombres.

En el listado de los precandidatos a la Presidencia aparecen los nombres de todos aquellos que manifestaron su intención de serlo. Horacio Rodríguez Larreta, ya lanzado; María Eugenia Vidal, que no confirmó si será o no y se cree que eventualmente será una de las bajas. Ella tiene prevista una serie de recorridos por Mendoza, así que se puso en duda su asistencia aunque podría sumarse por Zoom. También Elisa Carrió, que anunció su postulación pero no estaría presente; y Facundo Manes que aún no hizo su acto, fue invitado pero, en principio, no asistiría por tener otro compromiso en agenda.

En la previa, Vidal explicitó un pedido que probablemente, de sumarse al encuentro, eleve de manera formal. Se trata de una serie de cinco reglas que, para ella, debería respetar Cambiemos. Algo que ya había planteado en una carta previa en la que se enfocó en el programa y no en la puja por las candidaturas. En su segundo escrito, el modo que encontró para expresarse, hizo algo similar, pidió por la unidad y esbozó estos lineamientos en lo que pareció, en continuidad con la primera, un mensaje al manejo en solitario que comenzó a ejecutar Bullrich.

En el punto número tres, la diputada pidió “un proyecto de país en común” para que no queden “dudas del rumbo y el camino de salida que tomará el próximo gobierno”. Para ello, pidió “acordar una plataforma económica” conjunta “que siente las bases para el progreso, con propuestas reales, concretas y verdaderas”. Se especuló con que el miércoles podría haber presencia de economistas de la alianza que, de darse, abriría la puerta para el puntapié inicial. Si no, quedará para otro momento.

Vidal buscó, con este listado, mostrar un diferencial frente a Bullrich y Larreta. Su estrategia se basó en intentar convertirse en una tercera vía dentro del PRO que conjugue lo combativo del sector más duro y lo dialoguista del bando presuntamente más light. Una especie de “lo mejor de los dos mundos”. Y, por ahora, fue la única que lo expresó en forma concreta.

Las reglas no fueron impuestas sino propuestas y sugeridas en redes sociales para tener una campaña dentro de todo pacífica, con la intención de conseguir el famoso “el que gana conduce, el que pierde acompaña”. Para ella, en primera instancia, después de las PASO debería quedar claro que todos los candidatos son parte del mismo proyecto, comparten equipos y experiencias. Ese fue el primer punto que destacó. Sin nadie “atrás, con unidad en las actividades de todo el país. Una suerte de espejismo de amistad en medio de los dardos continuos.

Pidió también una campaña “austera y sin agresiones”. Algo que pareció un mensaje para su amigo Larreta, en la parte económica, y para Bullrich, en la cuestión de los tratos. Entendió que el país atraviesa un momento “delicado” por lo que la competencia debería ser “limpia, transparente”, sin “despilfarros” y con “respeto”. En sintonía con el anuncio de Macri y también con la posición de Larreta, bregó por poner al equipo por sobre lo individual.

Y, para cerrar, “reglas de juego claras” que especifiquen, por ejemplo, cómo se conformarán las listas legislativas y cómo se fiscalizarán los votos. Los límites se mostraron como necesarios después de dos golpes partidarios a los interventores larretistas de Tierra del Fuego y Salta. Algo que motivó una reunión de emergencia que mostró a Macri, Vidal y Larreta unidos frente a la actitud de Bullrich. Y la fiscalización se convirtió en un factor central en el que Cambiemos creció en los últimos comicios. Algo de eso también estará, para el territorio bonaerense, sobre la mesa durante el encuentro del PRO con Macri en Olivos.

El Destape

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