Los italianos que inmigraron a Argentina, abrieron un "laboratorio de pastas" y ahora apuestan al formato fast food

Historia 05 de noviembre de 2022
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El chef piamontés Mario Sciolla llegó a Buenos Aires contratado por la embajada italiana para estar a cargo de la cocina. Unos años más tarde, conoció a Manuel Urbano, un romano que también estaba recién aterrizado por estas tierras y, charlando sobre lo que más aman -las pastas- notaron que en la ciudad faltaban opciones verdaderamente italianas.

Uno desde el lado de las recetas y otro desde el lado comercial, unieron fuerzas para crear Fresca en 2020, una firma que denominan como "laboratorio de pastas" y sigue las estrictas tradiciones italianas a la hora de elaborar sus productos.

A los pocos meses de abrir sus puertas cayó la pandemia y tuvieron que nadar contracorriente. Pero así y todo lograron sacar el proyecto adelante que hoy cuenta con locales propios, un vertical que atiende a restaurantes, hoteles y supermercados, una nueva línea de franquicias y, próximamente, un fast food de pastas premium.

Para lograr el verdadero gusto italiano importan algunas materias primas específicas (como el jamón crudo o los hongos que usan para sus salsas), e, incluso, las propias máquinas, que requirieron una inversión inicial de 121.000 euros.

Contar con estas herramientas de trabajo era fundamental para lograr su visión y tuvieron que trabajar fuertemente para lograr que fuera compatible con el contexto argentino: "Si uno trabaja puntillosamente en la estandarización del proceso puede llegar a un equilibrio de precio-calidad donde la gente en ese contexto lo consume. Lo importante es poder trabajar muy al hueso con el tema de los costos y las recetas y con el proceso estandarizado. Si no es muy difícil mantenerlo", explica Mauro Kiprizlian, su director de Operaciones.

En Fresca, que tiene su centro de desarrollo y su local insignia en la zona de La Imprenta, cuentan con un laboratorio de investigación y desarrollo de productos equipado con tecnología italiana de última generación que permite elaborar grandes volúmenes de pasta, siempre firme, uniforme y manteniendo el mismo sabor.

Allí desarrollan gustos únicos de pastas rellenas como gorgonzola con pera, mortadela italiana y pistachos o ricota con cítricos. En total tienen 16 rellenos distintos, incluyendo una línea para niños con rellenos naturales y otra vegana. Así, despachan 500 kilos de pasta al día.

Enseguida pensaron el negocio de manera integral. Con su división HoReCa dan servicio a hoteles, restaurantes y cafés. Se encargan desde el diseño del menú y desarrollo de productos exclusivos, hasta la provisión diaria con logística propia de mercadería porcionada, preparada y lista para la manipulación en gastronomía profesional. Además, entrenan al personal de cocina en saber cómo lograr una perfecta cocción y presentación de platos. También ofrecen servicio de catering conformado por un equipo de especialistas.

Pero las más conocidas son sus "boutiques gastronómicas". Además de la de La Imprenta, en julio de este año abrieron otra ubicada en el Palacio Bellini, en Palermo. Allí tienen a la venta productos de elaboración propia, vinos, licores, cafés, conservas, dulces y chocolates importados. Ambas boutiques tienen servicio de mesa, donde se puede desayunar, almorzar, merendar y tomar un aperitivo en el after office. "La idea no es que funcione como restaurante, sino que el concepto es que es un servicio donde podés probar todo lo que después te podés llevar a tu casa", resaltan.

En la compañía, que ya emplea a 65 personas, ahora están trabajando en dos proyectos nuevos. Por un lado, el foco está puesto en lanzar un modelo de franquicias de sus boutiques gastronómicas. "Para poder expandirnos más con esto tenemos que asegurarnos que quien quiera acompañarnos pueda seguir nuestros lineamientos de manual de operaciones y comercial", explica Kiprizlian y hace foco, una vez más, en la importancia de la estandarización de sus procesos como clave del éxito.

Por otro lado, en agosto inauguraron PRIMI by Fresca, un local de fast food premium con que tuvo como primera locación al nuevo patio gastronómico de Alto Palermo. "Esa es nuestra unidad de negocio más franquiciable y que más llama la atención: es una mezcla de esa pasta italiana del sur que se come rápida y en la calle con la calidad que ofrecemos", agrega el director de operaciones y explica que importaron máquinas especiales para cada local con las que pueden garantizar que las pastas salgan en su punto justo. Además, cuentan con una tecnología de ultracongelado para que los productos mantengan intactas sus condiciones una vez que salen de la fábrica.

Por último, Kiprizlian menciona que ya tienen a los primeros interesados en replicar el negocio y proyecta una mudanza pronta de su centro de producción a un nuevo espacio para responder a la demanda que se viene.

Nota:apertura.com

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