Tierra del Fuego esta rodeada de paisajes únicos, y encantadores, pero al mismo tiempo de leyendas increíbles. Desde las relacionadas a los habitantes originarios hasta las mas recientes como la del Monte Susana. Una historia que relata el trágico final de una chica y una cueva maldecida en el Monte que lleva su nombre, en donde, según señalan, ocurren sucesos paranormales.

A lo largo de la isla de Tierra del Fuego, tanto en Ushuaia como en Río Grande, hay cientos de relatos de vecinos y turistas que se encuentran a diario con restos de materiales que suelen ser usados en rituales, (velas, manzanas, pochoclos, fotos y demas elementos). Las personas que se dedican a estudiar estos costumbres, señalan que los parajes rodeados de muchas aguas, como una isla, son ideales para hacer estos rituales del mundo espiritual. Tierra del Fuego pareciera ser propicio para estas cosas, generando leyendas que con el tiempo se hacen populares.  

La leyenda del Cerro Susana

Ubicado en la zona sur de la ciudad de Ushuaia, cerca de la urbanización del Pipo, se encuentra el Cerro Susana. Cuneta la leyenda que allí vivían una mujer y su hija Susana. La madre era descrita como una mujer de personalidad dura y rígida, que maltrataba a diario físicamente a su hija, de nombre Susana. 

Un día Susana se ausentó de su casa por varias horas, y al regresar a su hogar presentaba varios golpes y rasguños. Aunque generalmente era su madre la que dejaba marcas en su hija, esta vez la mujer preocupada no tuvo nada que ver, y le intrigaba como habían aparecido estas marcas en su hija, sin embargo, por su personalidad fría y distante no la indagó. 

Al poco tiempo, volvió a ocurrir la misma situación, pero esta vez,  los golpes de Susana tenia eran más marcados y denotaban más violencia. 

Su madre, dejando  de lado su característico orgullo, le preguntó quién la había golpeado de esa manera, a lo que Suana  respondió con un tímido “usted”. Trágicamente, esta sería la última palabra que pronunció Susan, ya que al otro día desapareció y nunca mas se supo de ello. Con sentimientos encontrados, su madre la buscó incansablemente. Por un lado, furiosa creyendo que su hija no volvía por capricho, pero por otro, preocupada y trsiste, temiendo que algo malo le hubiera ocurrido a la jovencita. 

Señala la leyenda que la madre finalmente encontró el cuerpo sin vida de su hija, a la orilla de un lago. En este punto hay discrepancias, ya que algunos dicen que fue hallada a la orilla del lago Fagnano, mientras que otros dicen que era un lago cerca al monte que hoy lleva su nombre (Susana). 

Llegado el momento del funeral de Susana, cuenta la leyenda que solo estuvieron presentes un cura y de la madre.

 Meses más tarde, los habitantes de Ushuaia se empezaron a preguntar qué sería de aquella ríspida señora y la fueron a visitar a su casa. Dieron vueltas por todos los senderos del cerro pero jamás pudieron hallar el humilde hogar. 

En la zona, donde se decía que estaba la humilde vivienda de la mujer y su hija, existen hasta la actualidad dos cuevas. Se  dice, que en ellas ocurren cosas inexplicables, que rozan lo paranormal. Una de esas situaciones señala que si alguien entra a la cueva con una linterna encendida, esta se apaga, o al revés, si la linterna está apagada, esta se enciende.

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