Inflación: el Gobierno asegura que caerá al 5% mensual este año (pero el FMI duda)

Economía 11 de octubre de 2022
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El Gobierno le aseguró al Fondo Monetario Internacional (FMI) que la inflación mensual caerá al 5% mensual hacia fin de año, y a 3,5% mensual para fines de 2023, según indicó en el documento de la segunda revisión del acuerdo de facilidades extendidas. Por el contrario, el FMI duda: abandonó la tesis de “multicausalidad” de la inflación y pide profundizar la política monetaria y fiscal. En los tres meses que pasaron entre la primera y la segunda revisión, la proyección de inflación para 2022 aumentó casi 40 puntos, y podría cerrar en 100%.

En el documento que publica el FMI cuando aprueba las revisiones trimestrales con Argentina, la inflación es un tema central. En la parte de contexto, asegura que el país tiene una “inflación desanclada” que se sitúa en máximos “de varios años”. Al analizar la performance del programa, dice que “es más alta de la proyectada”. En la primera revisión, del primer trimestre, se proyectaba una inflación para 2022 de entre 52-62%. En esta segunda revisión, plantea que estará entre 90 y 100%. Para el año que viene, la proyecta en 60%, y para 2024 en 45%.

Las proyecciones que hacen los técnicos del FMI, como lo que deja por escrito el ministro de Economía, Sergio Massa, coinciden en una baja “gradual” de la inflación hacia adelante. Además, el FMI le hace un guiño a Massa: en el análisis aseguró que asumió al cargo en un momento de inflación “marcadamente” más alta, como fue julio. “Massa y su equipo comenzaron a restaurar la confianza y la estabilidad del mercado, aunque la situación sigue siendo extremadamente frágil dadas las bajas reservas y la inflación en niveles preocupantes”, describió el staff.

Cómo bajar la inflación

Con la partida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía, el FMI abandonó la tesis de que la inflación en Argentina es multicausal. La palabra “multi-pronged”, en referencia a la multicausalidad, tan repetida en reportes anteriores, desapareció, donde inclusive se mencionaba hasta el programa Precios Cuidados. En este caso el Fondo volvió a los lineamientos de 2019 y aseguró que las claves para bajar la inflación serán la política monetaria y fiscal.

Así lo mencionó Georgieva en su mensaje: “La implementación continua del marco de política monetaria es esencial para mantener tasas de interés reales positivas y abordar la persistente alta inflación”. En la misma línea, en las recomendaciones de políticas, el staff agregó que se necesita “aumentar la demanda de activos en pesos y reducir la dependencia del financiamiento del Banco Central”.

Además, el FMI agregó dos recomendaciones: pidió una “política fiscal estricta para moderar la demanda, y anclar las expectativas de inflación” y agregó que “la implementación firme de políticas es necesaria para moderar la demanda interna para respaldar la reducción gradual de la alta inflación”.

Del otro lado, el Ministerio de Economía deja constancia en el documento que las medidas tomadas para bajar la inflación fueron: una implementación “consistente” de política monetaria, con la tasa de interés positiva, que desde fines de julio trepó 2300 puntos, una política fiscal “prudente”, que inclusive bajó la dependencia del financiamiento monetaria “por debajo de la meta original”, que era del 1% del PBI.

El Gobierno aseguró que la presión inflacionaria está comenzando a “moderarse”, aunque sigue alta, debido al impacto que tuvo la suba de los precios internacionales de la energía y los alimentos. Hacia adelante, espera una “baja gradual”, por una combinación de política fiscal más “estricta”, tasas de interés positivas, reconstrucción de las reservas, precios de commodities más bajos y suma otro factor que había quedado fuera del análisis: “Una mejora en la coordinación de precios y salarios”.

Dudas del FMI

El FMI halaga a Massa al asegurar que se tomaron “pasos decisivos” para llevar la tasa de interés a “terreno positivo” por primera vez. Sin embargo, luego de coincidir en el diagnóstico del Gobierno, destacó los riesgos: “Dicho esto, persisten importantes riesgos al alza, reflejando los desafíos inusuales de la alta inercia, y las expectativas desancladas, así como el impacto de las políticas destinadas a corregir los desajustes de precios relativos (por ejemplo, la energía), y apuntalar la competitividad del tipo de cambio”.

Además, agregó la menor demanda de dinero, y sumó la cuestión política: “Pese a las decisivas acciones del equipo económico, los riesgos de implementación de políticas siguen siendo elevados y es probable que aumenten aun más a medida que se acerquen las elecciones presidenciales. Incluso con un endurecimiento de las políticas macroeconómicas, reconstruir credibilidad y reducir la inflación será un desafío, dadas las persistentes dudas sobre las diferencias acerca de la dirección de las políticas económicas dentro de la coalición gobernante”.

Por Florencia Barragán * Ámbito Financiero

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