Se inspiró en un balde para lavar la ropa y creó la cafetera italiana más vendida, casi quiebra y hoy busca reinventarse

Historia 12 de julio de 2022
pava

Alfonso Bialetti tenía experiencia trabajando con aluminio y conocía bien ese material. Pero aún no había encontrado la manera de que su café de la mañana fuera más sencillo de hacer. Hasta que un día un elemento doméstico lo inspiró a crear la Moka Express Bialetti, una cafetera que revolucionaria el negocio de esta humeante bebida. Se cree que hoy existen más de 300 millones unidades en el mundo, sin embargo en los últimos años la empresa atravesó algunas dificultades por el alza de las capsulas.

Nacido en 1919 en Crusinallo, una pequeña localidad piamontesa en la comuna Omegna, Bialetti era conocido por su taller en el que elaboraba productos semiterminados en aluminio. También había trabajado en fundición durante un tiempo en Francia. La firma fue creciendo y se convirtió en una empresa que diseñaba y elaboraba productos listos para el consumidor. Hasta que en 1933 se produjo el momento eureka.

LLEGÓ LA INSPIRACIÓN
Bialetti observó con detenimiento cómo su esposa lavaba la ropa y fijó su atención en un elemento: la lavadora (o lessiveuse). Se trataba de una olla con un tubo hueco en el centro. Entonces cuando el agua hervía, esta subía por dicho tubo y caía sobre la ropa empapándola de lavandina de manera uniforme. Inmediatamente se dio cuenta que el mismo método podía utilizarse para el café.

Así fue que presentó la Moka Express, de base octogonal y hecha de aluminio. "Como en el bar" era el slogan del novel producto. Entre 1936 y 1940 produjo alrededor de 10.000 cafeteras por año y el propio Bialetti iba a ferias y mercados para venderlas. Pronto su creación se volvió popular por varios factores: no era difícil fabricarla, tenía un precio accesible y era sencilla de utilizar.

EXPANSIÓN Y VENTA
En los 50 Renato Bialetti, hijo de Alfonso, tomó el mando y encabezó varios cambios. Construyó una nueva fábrica con capacidad para ensamblar 4 millones de cafeteras por año, le dio empuje internacional a la marca e incluso trabajó con el dibujante Paul Campani para diseñar al icónico "hombre del bigote" (L'Omino con i baffi) inspirado en él mismo.

La compañía fue vendida a Faema, otro fabricante de máquinas de café, en 1986 y siete años después se fusionó con Rondine. Con el tiempo la firma amplió su portfolio de productos e incorporó otros accesorios para los fanáticos de la bebida. En tanto, en 2010 lanzó las cápsulas Bialetti y en 2021 presentó el café molido Perfetto Moka como parte de la estrategia para salir de la crisis.

CRISIS ES OPORTUNIDAD
El crecimiento del negocio de las cápsulas y la competencia desde Asia habían provocado una caída en las ventas de la empresa que también acumulaba una abultada deuda. Esto la llevó a cerrar su última planta en Italia y concentrar la producción fuera de su tierra natal. En diciembre del año pasado logró reestructurar su deuda a través de un acuerdo con Illimity Bank y Amco.

Hoy las cafeteras de Bialetti son una de las piezas de diseño industrial más elogiadas del siglo XX y ejemplares de la Moka se encuentran en el MoMA de Nueva York o la trienal de Milán. Renato Bialetti murió en 2016 y, tal como pidió, sus cenizas fueron trasladadas en una cafetera de la marca.

Nota: apertura.com

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